La era digital ha cambiado las normas del Periodismo y el funcionamiento de los medios digitales. La masificación de la información y la crisis del sector periodístico, entendida desde los medios de comunicación tradicionales como la prensa y la radio, ha motivado la aparición y desarrollo de nuevas vías de comunicación.
Necesidad empresarial y oportunidad profesional
Este cambio se ha traducido en nuevas oportunidades para los profesionales de la información donde los egresados en Periodismo, por ejemplo, que cuentan con un perfil muy amplio. Precisamente, por esta condición, su formación de posgrado es determinante para su orientación profesional y para adquirir las competencias necesarias para asumir nuevos perfiles en el mercado laboral, como por ejemplo estudiando un máster en comunicación.
En plena revolución digital, las empresas también han tenido de renovarse y adaptarse a las exigencias de un mercado globalizado. Por ello, el entorno corporativo también se ha visto en la necesidad de contar con expertos en información y medios de comunicación para gestionar la imagen de las empresas, comunicar lo que hacen y gestionar sus plataformas sociales, desde la web hasta las notas de prensa y el funcionamiento de los gabinetes de prensa tradicionales. Es lo que se entiende por Comunicación corporativa, una especialización a la que se dirigen programas de estudios y titulaciones posuniversitarias, como las de un posgrado en Comunicación Corporativa, que desde hace algunos años intentan dar respuesta a la demanda de estos profesionales en el entorno de las empresas y organizaciones.
La comunicación es el pilar básico entre compañías y público y hoy, más que nunca, se cumple la máxima de “la información es poder”. La comunicación corporativa no escapa a esta revolución tecnológica. Nuevos canales, formatos y medios han abierto un amplio abanico de posibilidades a tener en cuenta para mejorar la marca de las compañías y sus clientes.
La separación entre los departamentos de comunicación y marketing estaba muy marcada dentro de las compañías hasta hace poco, sin embargo, con la crisis del periodismo y con la idea de globalización que ha llegado para quedarse, la línea que separa uno de otro se ha ido diluyendo para perjuicio de medios de comunicación, agencias y, por extensión, la reputación online final.
De ahí que las estrategias de comunicación de las empresas y la gestión de su información también juegue un papel importante en el nuevo escenario de las Redes Sociales. Contar con un canal directo con los usuarios a través de comunicados y notas de prensa bien hechos aporta algo que la publicidad no consigue, y las empresas lo saben.
Además, en esta revolución digital, las empresas están mucho más expuestas a la opinión pública. Antes de internet y las redes sociales, una empresa tenía más fácil mantener un perfil muy bajo o nulo de comunicación, pero en la actualidad es casi impensable no gestionar la imagen y reputación de una compañía, en un nuevo contexto en el que lo que no se comunica no existe y donde, además, cualquiera puede opinar sobre la empresa. Ante ello, la figura de un profesional, experto en la gestión integral de la comunicación corporativa, que gestione y controle la imagen que proyecta la entidad y su reputación, es cada vez más valorada por los directivos y las empresas.