El año 2023 no es un año cualquiera, es año de elecciones y para todo aquel amante de la política, siempre supone un año especial.
Por un lado, tendremos las municipales y las autonómicas no históricas (todas excepto Andalucía, Catalunya, Galicia y País Vasco) que se celebrarán el próximo 28 de mayo de 2023. Y, por otro lado, las elecciones generales del país, que tendrán lugar en noviembre de 2023.
Lo más normal es creer que las campañas políticas inician unas semanas antes de la fecha de las elecciones. Pero es un gran error, hay que saber que la campaña en un partido político es permanente y se plantea con mucho más tiempo de antelación de lo imaginado. Aunque, si bien es cierto, esta continuidad en la campaña también se amplía con la llegada de los medios de comunicación, internet y las nuevas tecnologías.
El departamento de comunicación de un partido debe saber en todo momento cuándo, cómo, dónde, con quién y a quién dirigirse. Es cierto que las semanas antes de una campaña la visibilidad es siempre mayor, pero esta visibilidad, mayor o menor, debe estar siempre presente para el ciudadano.
Fases de una campaña de comunicación
Aunque los tiempos pueden variar en el proceso, hay cuatro grandes fases para construir una gran campaña acorde a la necesidad y objetivo de la campaña.
Fase 1: Campaña posicional
De los 100 días después de unas elecciones hasta los dos años, justo en el ecuador entre una elección y otra. En este punto se inicia un nuevo proyecto para posicionarnos de manera competitiva de cara a las siguientes elecciones.
En este punto se construye el proyecto ganador para las próximas elecciones, se desarrolla y diseña el plan con preguntas básicas como ¿Dónde queremos llegar? ¿Qué queremos representar? ¿Cuál va a ser nuestro discurso?, etc.
Fase 2: Pre-campaña
Este proceso comienza en el ecuador de las elecciones. En este periodo la investigación sobre nuestro partido es más precisa para ir enfocando y planeando la campaña con mayor atino. Se realiza encuestas de satisfacción y conocimiento del partido, se realizan pequeños eventos y actividades.
Además, es aquí cuando se conforma el equipo al completo de la campaña: psicólogos, colaboradores, fotógrafors, asesores, analísticas, consultores, etc.
Fase 3: Campaña electoral
Periodo público de campaña electoral marcado por la ley. En este punto, se ejecuta todo lo trabajado con anterioridad, se comienzan con mensajes masivos a los ciudadanos a medida que nos vamos acercando al día.
En este espacio no se improvisa, las actuaciones son a corto plazo y se pone en marcha todas las estrategias.
Fase 4: 100 días de llegada al poder
Una vez ganada las elecciones, la comunicación debe seguir, no se debe parar y mucho menos cambiar de estrategia. Es el momento de dejar huella, de dar continuidad a lo planeado. En estos primeros meses, en el caso de haber llegado al gobierno es el momento de enseñar a nuestros ciudadanos que ha sido una buena elección en lo votado. Les mostramos nuestras líneas de actuación y cumplimos aquellas promesas electorales realizadas.
En el caso de perder las elecciones, estos tres meses también sirven para analizar la derrota, ver los fallos y las cosas buenas que se pueden sacar de las elecciones.
Como ya hemos comentados, no son tiempos exactos, pero sí que todos los profesionales del marketing político coinciden en estas fases durante una campaña. En política hay saber marcar bien cada momento, que buscamos en cada uno de ellos, cuando vamos a lanzar el mensaje, que mensaje nos interesa dependiendo de cada momento. Todo ello hay que tenerlo en cuenta hoy día en política.