UNA NOTICIA BUENÍSIMA PARA LOS JÓVENES LICENCIADOS Y DOCTORES

Escribo en un estado de ánimo muy optimista porque creo que es una de las noticias más importantes que he conocido en los últimos meses. Los medios de comunicación la han dado entre muchas otras. Después, la han abordado los participantes en algunas tertulias. Y pronto irá perdiendo fuerza, pero los efectos serán muy duraderos. Sobre todo, si empiezan a notarse en la práctica.

La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid introduce una innovación

¿En qué consiste esta noticia? En que, por fin, al menos en la Comunidad de Madrid, los jóvenes Licenciados y Doctores van a tener su gran oportunidad. Desde hace años, y en todas las regiones autonómicas españolas, se venía repitiendo el mismo hecho: En las oposiciones oficiales, un/a joven licenciado/a  o Doctor/a ganaba el primer puesto en los ejercicios, pero no obtenía plaza. Es fácil imaginarse la desmoralización de los jóvenes viendo cómo personas menos calificadas que ellas, obtenían la plaza “por su mayor experiencia”.Durante la transición, el Partido Socialista negoció con mucha más vista política el asunto de las oposiciones que la Unión del Centro Democrático (UCD). De ahí que el negociador socialista declarase a Quintín Racionero, un Catedrático de la Universidad de Educación a Distancia recientemente fallecido: «La Enseñanza será nuestra en los próximos veinte años» . Se quedó corto.

El partido Popular ha estado y está acomplejado ante el Partido Socialista. Es lo que les ocurre a los partidos de centro o derecha en muchas partes del mundo. Sólo ahora quiere el ministro Wert cambiar las cosas, y hay que ver las resistencias con que se ha encontrado. Además, da la impresión de que está solo ante el peligro. Es decir, que es el único que no se acompleja, aunque al final, al verse con la resistencia de su propio partido, tiende a difuminar las reformas hasta hacerlas irreconocibles.

Le falta explicar mejor sus reformas, porque del dominio de la palabra es indispensable para que los políticos transmitan sus planes y programas.Entonces, ha tenido que ser la Comunidad de Madrid la que haya tomado la iniciativa para cambiar una situación injusta. Parece que, en lugar de que, como hasta ahora, cuente sólo el 50% que un opositor posea los conocimientos para conseguir una plaza, desde ahora contará el 80%.

En Madrid hay muchos máster que te dan la opción de estudiar un doctorado ya que están aprobados por la ANECA, por ejemplo, el centro de postgrados ID Digital School, ofrece un máster oficial en comunicación o un máster en marketing político impartido en el centro de postgrados de la UCJC.

La influencia de los sindicatos de la enseñanza ha ensombrecido el panorama de la igualdad de oportunidades durante muchos años

Cuando se haga la historia de las oposiciones en España veremos que la influencia de los sindicatos no ha sido precisamente beneficiosa. Y esto, independientemente del partido político en el poder.Aunque los representantes sindicales quieran explicar la historia como ellos crean más conveniente, hay una constante que aparece a través de los años: Los sindicatos han favorecido la experiencia más que la innovación, han optado por los opositores maduros más que por los jóvenes.

No es una característica exclusiva de los sindicatos. En 2009, publiqué un artículo con el siguiente título: «Experiencia»  y  «Cambio» como asuntos recurrentes en los debates de los últimos cincuenta años en diversos países. Libro Historia y Comunicación en la España Contemporánea. Libro Homenaje a la Profesora María Dolores Sáiz. (Martín Sánchez, Isabel y Martínez de las Heras, Agustín, Coordinadores. Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense de Madrid, Págs. 495-516)

En ese artículo, y después de examinar los debates de bastantes campañas en diversos países, concluía que los partidos que tienen a su candidato en el poder, ponen la experiencia, o términos equivalentes, en el slogan de sus campañas. Por el contrario, los partidos que no están en el poder escoger el cambio como nota distintiva de su campaña.Es decir, los que están en el poder se empeñan en conservarlo; los que están en la oposición, quieren conquistarlo y, para ellos, ofrecen una alternativa.

Hay experiencia mala y experiencia buena.

Estoy enteramente a favor de esta política innovadora de la Comunidad de Madrid. Como rebatió Bill Clinton a George Bush padre en el primer debate de la campaña presidencial de 1992: “Hay una experiencia buena y hay una experiencia mala”. ¡Ya está bien de favorecer la mala experiencia!. ¿Cómo puede constituir un mérito que un interino no consiga una plaza durante años?. Al revés, tenía que constituir un demérito.

Y hay jóvenes licenciados y doctores tan bien preparados en conocimientos y en dominio de las destrezas de enseñar, que será poco todo lo que los políticos hagan por ellos. Los Sindicatos de la enseñanza deberían plantearse este asunto a fondo, porque en un debate público con jóvenes, su prestigio quedaría por los suelos. Se puede ser conservador, pero no tan conservador como los Sindicatos españoles. Utilizan un lenguaje radical, pero es difícil creerles en un debate público. Los resultados de su política están ahí: España ocupa un lugar muy malo en el ranking de prestigio de las Universidades y de nivel de conocimientos en Primaria y Secundaria. ¿Es que los representantes sindicales no han sido responsables, en parte, de esta situación?

Espero que la iniciativa de la Comunidad de Madrid sea el primer paso para que las otras comunidades autónomas imiten su acierto. Es decir, que siguiendo el modelo de difusión de innovaciones de Everett Rogers y Floyd Shoemaker, a la Comunidad innovadora le sigan los adoptantes madrugadores de esa idea tan creativa y, a continuación, los adoptantes tardíos y la mayoría rezagada. Y lo mismo digo de otros países que están experimentando cómo los sindicatos ejercen una influencia enteramente desproporcionada sobre cada gobierno de turno.

Quiero terminar aclarando que no hablo ni porque yo o alguno de mi familia hayamos pasado por esa experiencia tan desagradable de no conseguir la plaza aun habiendo demostrado más o muchos más méritos que otros opositores. Es que la situación hasta el presente no ha podido ser más injusta. Me voy a ocupar de este asunto también en mi columna de La Voz Libre.