¿Por qué distinguir entre Comunicación Empresarial y Comunicación Institucional?

Al ocuparme el otro día del caso de la muerte de un niño en un hospital, mencioné de pasada la diferencia entre Empresas e Instituciones. Ahora voy a ampliar esta distinción, porque influye en cómo podemos entender la comunicación empresarial y la institucional.

Peter Drucker, el llamado «Papa del Management»(19 de noviembre de 1909 – 11 de noviembre de 2005) distinguió muy bien entre empresas e instituciones de servicio público. Para él, sólo se diferencian por la forma en que son pagadas. Las empresas están para satisfacer al consumidor: El propósito de un negocio no es conseguir el máximo beneficio sino crear un cliente. Si quienes se dedican a la comunicación empresarial tuvieran esto muy presente, se evitarían muchos problemas. Sobre todo, demostrarían que saben qué es la comunicación empresarial si convenciesen a los enemigos de los empresarios de que el fin primordial no es el lucro, sino crear clientes.

Peter Drucker

A los Sindicatos también les convendría mucho aprender qué es la Comunicación Empresarial. La razón es muy sencilla: El gran desafío de los sindicatos europeos, en general, es conseguir afiliados para saber mantenerse únicamente con las cuotas de éstos. La Iglesia Católica española ha emprendido un camino muy importante, cuando ha realizado meses atrás su campaña para lograr que sus feligreses pusiesen la cruz en las casillas correspondientes en su Declaración de la Renta. Ahí sí que han demostrado que algunos de ellos conocen qué es la Comunicación Empresarial.

Las instituciones reciben un presupuesto, que llega por una corriente de ingresos obtenidos por los impuestos, es decir, por algo que no está ligado directamente a lo que los miembros de la institución están haciendo.

¿Por qué hay profesionales que prefieren hablar de «comunicación institucional» y no  «comunicación empresarial»?. Porque les parece que «institucional» dignifica los aspectos permanentes, lo que están por encima de los cambios. Sin embargo, ésa razón no es suficientemente válida, porque «comunicación política» ha tenido más fortuna que «comunicación institucional», precisamente por una razón contraria: resalta los aspectos más dinámicos del Ejecutivo, del Legislativo y del Judicial.

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