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16 Oct 2013En: Comunicación Empresarial|Comunicación Institucional|Comunicación Política
15 Sep 2013Siguiendo con la exposición de las perspectivas para utilizar el conocimiento científico, tal como las expuso hace años un genio como Ronald G. Havelock, hoy me voy a ocupar de una perspectiva que aprecio mucho. Y si en mi exposición anterior me ocupaba de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), hoy empiezo afirmando que los directores de la ANECA se han distinguido por la perspectiva que sostenían.
Hoy me voy a ocupar de lo que el genial Ronald G.. Havelock estudió a comienzos de los años setenta. ¿A que resulta increíble que hayan pasado tantos años y el asunto de adónde van a parar nuestros impuestos para investigación y educación sigan siendo una cuestión palpitante?
A raíz de ocuparme de las investigaciones de Juan Luis Galiacho en mi anterior entrada, anuncié que me iba a ocupar de la utilización del conocimiento científico. En efecto, y como diría el filósofo español D. José Ortega y Gasset, uno de los temas decisivos de nuestro tiempo es adónde van a parar tantos millones de euros como los Gobiernos dedican a la investigación. Y más en concreto, en ciencias sociales.
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21 Ago 2013En 2007, el profesor y periodista Juan Luis Galiacho me pidió que prologara su libro Mujeres del gran poder, que editó La Esfera de lo Libros. Era el segundo de una trilogía sobre los ricos españoles, que también editó la misma editorial. El primero había sido Los herederos del gran poder (2006) y el tercero, Matrimonios S.A. (2009). Yo no me acabo de explicar por qué los organismos oficiales subvencionan investigaciones que luego no tienen la menor repercusión social y, sin embargo, no se preocupan por lo que Ronald Havelock denominó La Utilización del conocimiento científico. Havelock sí que supo plantear las cuestiones con profundidad y llegó a ofrecer varios modelos, de los que me voy a ocupar en próximas entradas. Las investigaciones de Galiacho sí tienen una utilidad extraordinaria. Nos ayudan a entender mucho mejor la realidad.
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11 Ago 2013En España, la guerra entre las compañías de telefonía para ganar clientes es insoportable.
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1 Ago 2013Desde luego, lo estoy pasando muy bien asimilando y difundiendo los libros de Claude Steiner. Un hombre que, cercano a los ochenta años, está dando muestras constantes de vitalidad, merece todos los esfuerzos que podamos hacer para expandir su teoría y sus prácticas. Profesionales muy diversos han comprobado que las obras de Steiner les ayudan a ser más efectivos.
Quienes lean este Blog, se preguntarán por qué estoy dedicando tanta importancia a Claude Steiner, el discípulo más original de Eric Berne. Mi respuesta es sencilla: Creo que los libros de Steiner están llenos de conceptos basados en una teoría sólida. Y como no quiero caer en la hagiografía, ya he señalado algún punto que me parece débil de Steiner. Por ejemplo, su empleo de la palabra «corazón».
Felicísimo Valbuena de la Fuente es Licenciado y Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente es Catedrático en la Facultad de Ciencias de la Información.
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